Robert Figueredo
CORONEL OVIEDO
Con motivo del 90 aniversario de la firma del Tratado de Paz en el Chaco, don Virgilio Dávalos –uno de los tres veteranos de la guerra que siguen vivos– recibió muestras de cariño y iración, en especial de los estudiantes durante un acto en Coronel Oviedo.
Don Virgilio Dávalos, con sus 110 años de vida, es uno de los tres sobrevivientes de la Guerra del Chaco. Reside en Coronel Oviedo y aún siguen intactos en su memoria los episodios que le tocó vivir a lo largo de los tres años de guerra con Bolivia.
Don Virgilio fue el homenajeado en un acto desarrollado en la Plaza de los Héroes de Coronel Oviedo por los 90 años de la firma del Tratado de Paz, que se recordó ayer.
La muestra de cariño y iración hacia esta verdadera reliquia humana de todos, en especial de los estudiantes, se pudo observar en la fría mañana ovetense.
Don Virgilio recibió todo tipo de reconocimiento y valoración. Acompañado de sus familiares, llegó al acto desarrollado por el Departamento de Cultura de la Municipalidad local.
Desde hace tiempo este héroe venía contando los días para celebrar una fecha significativa en su vida.
El homenajeado se levantó bien temprano y antes de amanecer estuvo listo para que sea llevado hasta la Plaza de los Héroes de Coronel Oviedo. Así como en ocasiones anteriores lució su poncho de 60 listas en una jornada fría, pero de mucho calor humano recibido por parte de los presentes, entre ellos, autoridades departamentales y locales que encabezaron el acto de recordación del cese bélico.
Ya en el calor de su hogar, don Virgilio con sus 110 años recordó episodios imborrables del sacrificio del soldado paraguayo para defender la patria ante la amenaza boliviana. Valoró el coraje de la juventud de esa época cuando lo primordial fue defender la heredad nacional. Con palabras entrecortadas, producto de la emoción, se refirió a los miles de compatriotas que murieron en la contienda.
“La mayoría fuimos con 17 y 18 años y muchos quedaron en el campo de batalla en medio del fragor del combate”, contó con voz emocionada.
En sus cabezas –dijo– solo existía la idea de defender a la patria y llegar al fin de la contienda. “Fue duro sobrellevar las condiciones del terreno donde el agua teníamos en poca cantidad. Nunca pensé en la muerte durante la guerra, sino en mi familia que dejé en Coronel Oviedo”, rememoró.