Con manos limpias, ganamos todos. Nunca está de más recordar que desde chicos nos enseñaron a higienizarnos las manos con agua y jabón, ya sea a la hora de comer o luego de salir del baño.
La importancia de incentivar dicho hábito, ya desde la infancia, es una medida de prevención de diferentes enfermedades. Esto considerando que las manos constituyen un vehículo de muchos microorganismos, como virus, bacterias y, en muchas ocasiones, hasta de parásitos, explica el Ministerio de Salud.
El lavado manos es una medida higiénica económica, sencilla y segura. Cuando no es realizado el lavado correcto, los microorganismos pueden llegar a los alimentos y a las bebidas.
También la mala higienización permitirá la transferencia de los microorganismos que causan enfermedades a otros objetos como muebles, juguetes, útiles y otros enseres.
El lavado correcto de manos con agua y jabón debe realizarse entre 40 a 60 segundos de tiempo para lograr un óptimo resultado, según la recomendación de la cartera sanitaria.
Posteriormente, debe realizarse el enguaje con agua corriente y el correspondiente secado con toallas.
Momentos claves
Entre los momentos claves para lavarse las manos está el antes de preparar y consumir alimentos. Después de usar el baño y, posteriormente, al sonarse la nariz, toser o estornudar.
Otro momento importante para la higiene de manos es después de tocar animales o sus desechos, luego de tocar la basura. En la escuela luego de jugar en el recreo y cuando uno está de vuelta en la casa.